Cádiz

Condenan al SAS a un millón de euros por dejar a una mujer en coma

La sentencia dictaminada por el juez, ratifica que hubo mala praxis por parte de los profesionales

El juez entiende que se produjeron en la paciente daños de perjuicio personal, estético, morales y patrimoniales / Foto: La Razón
El juez entiende que se produjeron en la paciente daños de perjuicio personal, estético, morales y patrimoniales / Foto: La Razónlarazon

La sentencia dictaminada por el juez, ratifica que hubo mala praxis por parte de los profesionales

El Juzgado de lo Contencioso Administrativo 11 de Sevilla condenó ayer al Servicio Andaluz de Salud (SAS) a pagar 1.051.751 euros a una mujer que quedó en coma a consecuencia de la anestesia recibida en el preoperatorio de una operación de cataratas en el Hospital de Jerez de la Frontera (Cádiz).

La sentencia dictaminada por el juez, ratifica que hubo mala praxis por parte del SAS, ya que tras aplicársele la anestesia en la operación, hecha en junio de 2016, los servicios médicos dejaron a la mujer sola en la sala de preoperatorio durante un tiempo indeterminado pese a que el protocolo señala todo lo contrario, es decir, que los pacientes, una vez reciban la anestesia, deben permanecer monitorizados y vigilados por profesionales.

Además, la sentencia añade que tampoco la atendieron rápidamente cuando padeció la reacción a la anestesia, lo que le provocó falta de oxígeno en el cerebro que le causó lesiones permanentes en forma de coma, del que aún la paciente sigue sin recuperarse.

El fallo señala que el SAS no acreditó la cantidad exacta de anestesia que se aplicó a la paciente, y que en todo caso el resultado fue una parada cardiorrespiratoria que no fue atendida con la urgencia necesaria ya que en ese momento se encontraba sola. De hecho, la mujer permaneció en ese estado por un tiempo indeterminado hasta que un médico residente entró en la sala para hacer otra gestión y encontró inerte a la paciente.

Las maniobras de resucitación cardiopulmonar que se le aplicaron entonces no pudieron paliar el tiempo que había quedado sin oxígeno en el cerebro, por lo que quedó en coma. A día de hoy, la expectativa de que pueda despertar es «nula», según la sentencia. Esta considera que el anestesista encargado incurrió en mala praxis al dejar a la paciente sola tras aplicarle la anestesia, y critica que este tampoco actuó con celeridad cuando se dio aviso de la posterior parada cardiorrespiratoria que sufrió la paciente, ya que los servicios de la UCI llegaron a la sala antes que él.

La indemnización de más de un millón de euros corresponde a la suma de los daños que el juez entiende que se produjeron en la paciente, entre ellos perjuicio personal y estético, daños morales y patrimoniales.

La familia había denunciado por negligencia médica este caso, que defendió en los tribunales el bufete jerezano llamado Roberto Carlos Ortega Abogados.